La pandemia ha cambiado drásticamente nuestra forma de hacer ejercicio, y ahora según los expertos esta circunstancia se prolongará en el tiempo gracias a la digitalización de actividades como la del fitness. Con el cierre temporal de los gimnasios para evitar la propagación del coronavirus, los consumidores han encontrado salidas alternativas para ponerse en forma: los programas virtuales de fitness por suscripción.
Si bien es cierto que la pandemia fue parte importante de este cambio, el coronavirus ha servido, en última instancia, para acelerar una tendencia hacia el fitness digital que se venía gestando desde hacía tiempo. De la misma manera que Netflix y Amazon alteraron la forma de ver la televisión y comprar, el auge del fitness a la carta es otro ejemplo de la infiltración de la digitalización en todos los aspectos de nuestras vidas. Puede que la vuelta a la normalidad haya desacelerado algo esta tendencia, pero en términos generales, este cambio a las aplicaciones digitales a nivel de los consumidores ha venido para quedarse.
Los gimnasios y el fitness apuestan por las suscripciones a las clases en streaming
En el caso de muchos gimnasios, la entrada en la programación virtual durante la pandemia ayudó a algunas empresas a convertirse en una «marca de estilo de vida”. El cierre de todos los negocios del mundo fue también una oportunidad, aprovechada por algunos profesionales para posicionarse como una referencia en el mundo del deporte. Respaldadas por la tecnología, estas personas organizaban sesiones de fitness digitales que sirvieron, para consolidarse como auténticos iconos del ejercicio desde casa.
Pero además de las clases en streaming impartidas por instructores profesionales, las empresas relacionadas con la salud mental y nutrición, o las aplicaciones de cocina saludable, se han consolidado como negocios de presente y de futuro. Aunque las plataformas de ejercicio a la carta son ya omnipresentes, el mercado aún no está sobresaturado y, si aprovechamos esta tendencia, hay una gran oportunidad, por los niveles de diferenciación en los programas relacionados con la salud y el bienestar, para que prosperen distintos tipos de plataformas.
El ciclismo indoor descubre la alternativa virtual
Un segmento del mundo del deporte que se ha adaptado al ecosistema digital es el ciclismo indoor, un sector que se reinventó en las plataformas virtuales cuando empezaron los confinamientos primero, y los cierres perimetrales después. La necesidad de seguir conectados con sus clientes encontró en el universo virtual, la forma perfecta de hacerlo. De hecho, aunque con la nueva normalidad, los clubes han reabierto y los aficionados han vuelto a salir, se estima que un 10% de los ciclistas todavía no se han incorporado y siguen tomando clases desde casa. Y aunque los centros físicos siempre serán el núcleo del negocio, se espera que las ofertas virtuales actúen como una «pieza auxiliar» del negocio que también atraerá a nuevos corredores.
Las cadenas de gimnasios diversifican su negocio
En general, las marcas de fitness siguen teniendo grandes esperanzas en sus locales físicos, ya que la gente quiere una conexión física con más y que les gusta la comunidad. La música y el ambiente que se crea e los gimnasios no se duplica igual en casa. Sin embargo, Neil Saunders, director general de la empresa de estudios de mercado GlobalData Retail, afirmó que los niveles de afiliación van a seguir fluctuando y puede que nunca vuelvan a los niveles anteriores a la pandemia. Según él, es probable que la pandemia tenga un efecto duradero en los hábitos y tendencias personales de fitness.
«La gente está volviendo a los gimnasios, pero no creo que en un futuro previsible vuelvan a tener el tipo de afiliación y el nivel de pagos en términos de suscripciones que tenían antes», dijo Saunders.
Los consumidores que han invertido en programas de fitness virtuales más costosos, como Peloton o Mirror, durante la pandemia, están menos dispuestos a reactivar las afiliaciones a los gimnasios y a pagar cuotas adicionales para ir a otro sitio, añadió. Y aunque un argumento habitual a favor de los gimnasios y estudios físicos es el sentido de comunidad que fomentan, muchos de los programas virtuales de fitness actuales han integrado aspectos de sociabilidad que ayudan a los usuarios a sentirse más conectados.
«Algunas personas se han dado cuenta de que les gusta hacer ejercicio desde casa y que les resulta más cómodo», afirma Saunders. «Muchos de los nuevos dispositivos tienen elementos sociales incorporados, como clases en directo y un grado de competitividad en el que puedes ver cómo te clasificas frente a tus amigos y gente conocida».
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